CONFERENCIA “Doña Jimena Díaz, una mujer medieval excepcional: la primera señora de Valencia”
Martes, 27 de febrero a las 19.30 horas
Impartida por D. Julio Samuel Badenes Almenara, Doctor en Filosofía y Cronista de El Puig de Santa María
A veces, estamos tan acostumbrados a percibir ciertos acontecimientos históricos como si fuesen patrimonio único de un personaje masculino, con tanta fuerza como el Cid o Jaime I, que nos olvidamos de las protagonistas que también tuvieron un papel fundamental en dichos hechos. De este modo, si enfocamos la historia desde una perspectiva diferente a la habitual, nos daremos cuenta de que hubo grandes mujeres que forjaron la historia valenciana. Así, cuando centramos nuestra mirada sobre la conquista de Valencia del Campeador nos percatamos de que olvidamos a su esposa, personaje crucial como señora de Valencia tras la muerte del marido. Esta mirada nueva, distinta, pero tan real y valida como cualquier otra, sobre los hechos históricos, nos permite descubrir la importancia de la mujer en el devenir histórico de nuestro territorio.
Jimena Díaz era una joven asturiana, de linaje real, que Alfonso VI, rey de León y Castilla, decidió unir en matrimonio con el Cid Campeador. Tras ser desterrado por segunda vez por el monarca de Castilla y León, el Cid decide restaurar el protectorado sobre todas las tierras de Valencia, a cambio de importantes cantidades de dinero, pero ahora no lo hará en nombre del rey Alfonso VI, sino en el suyo propio. Y será en la primavera del año 1089 cuando Alfonso VI libere a doña Jimena Díaz y su descendencia, y les permita ir a vivir con el Cid, ya asentado en la taifa de Valencia como protector de su rey al-Qadir. A la muerte de éste el Campeador decide conquistar Valencia y lo consigue el 15 de junio de 1094. Pero al Cid le sobreviene la muerte el 10 de julio de 1099. Y, de esta manera, doña Jimena se convertía en la primera señora de Valencia, con un territorio, desde las montañas al mar, de más de 100 km.
No era un plato de gusto, pero doña Jimena Díaz, demostrando su capacidad para dirigir el territorio y el ejército “permaneció en Valencia con un gran acompañamiento de caballeros y peones” (Historia Roderici, p. 98), manteniendo la paz durante los años 1099 y 1100. Mas, a mediados del año 1101 los almorávides atacan de nuevo Valencia y doña Jimena no tuvo más remedio que, en marzo de 1102, solicitar la ayuda de Alfonso VI y, éste ordenó evacuar la Valencia del Cid el 5 de mayo de 1102, partiendo, en dirección a Toledo, doña Jimena, con el cuerpo de su esposo, y con todos los cristianos del señorío que poseyó, defendió y amó.
El señorío del Cid en Valencia duró 5 años y el de su esposa, doña Jimena, 3 años, gracias a la valentía y a la capacidad estratégica de una mujer excepcional que dejó una profunda huella en la historia del Pueblo valenciano.