AÑO NUEVO: VIDA SALUDABLE
Empieza el 2015 en una nueva página en blanco, en la que muchos de nosotros nos planteamos nuevos objetivos y propósitos que conseguir a lo largo de este año. Probablemente, entre esos planes esté el de mejorar nuestro día a día, evitando las preocupaciones, el estrés, el mal humor…También es posible que nos hayamos planteado la idea de mejorar nuestros hábitos hacia otros más saludables como el empezar a practicar ejercicio, comer de forma más sana, organizar nuestros horarios, dejar de fumar…todo lo que en definitiva nos va a ayudar a mejorar nuestra salud, que es lo que debemos cultivar para poder disfrutar de la vida.
Estas fechas son propicias para la publicidad de métodos que prometen perder peso de manera rápida y sin apenas esfuerzo –ya que durante las fiestas navideñas hemos podido cometer algún exceso con la comida que inevitablemente ha contribuido a coger algún kilito-, pero no resultan seguros, ya que se basan en dietas desequilibradas y podres en nutrientes esenciales. Sin contar que en muchos casos esta pérdida solo es momentánea, y lo que pretendemos es que nuestro peso sea saludable y se estabilice para evitar “estar periódicamente a dieta”.
Por ello, los profesionales de la nutrición recomendamos que tras esta época en la que hemos descuidado nuestra alimentación, retomemos o empecemos a adquirir unos hábitos alimentarios adecuados para evitar un mayor desequilibrio que provoque un aumento de peso. Este posible aumento de peso puede invertirse si tomamos conciencia de que el exceso de peso no resulta para nada saludable, y puede contribuir a la aparición de enfermedades a largo plazo.
El objetivo es recuperar el equilibrio perdido en estos días y mantenerlo a largo plazo con la conquista de unos hábitos de vida saludables. Lo primero que debemos hacer, es plantearnos objetivos asequibles que podamos conseguir en poco tiempo, y conforme los vayamos alcanzando plantear unos nuevos, de esta manera evitaremos abandonar nuestros propósitos. A continuación, muestro una serie de consejos para enfocar de forma saludable nuestra dieta en 2015, y recuperarnos de los excesos navideños:
- ¡Actívate! Seguro que en tu lista de propósitos para el año nuevo está el apuntarte al gimnasio. No es necesario, porque además probablemente esto se quede solo en el intento, ya que la principal excusa para abandonar esta práctica es la falta de tiempo, y es que existen infinitas oportunidades a lo largo del día para aumentar nuestra actividad física. Estas pasan por: si viajas en coche, aparcar unas calles más lejos para llegar andando a tu destino; si viajas en transporte público, bájate una parada antes o después para ir andando; sube las escaleras en lugar de utilizar el ascensor; practica algún deporte con tus hijos; si tienes perro, sal a pasearlo a paso ligero e incluso corre con él. Un mínimo de 30 minutos al día de actividad es lo que necesitamos para mantenernos en forma.
- Aliméntate bien. Escoger alimentos saludables es la clave para llevar a cabo una dieta equilibrada. Consume diariamente 5 piezas de frutas y verduras; cereales como el pan, la pasta y el arroz mejor si son en su forma integral; consume legumbres al menos 2 veces a la semana; escoge el agua como principal bebida, y evita los zumos envasados, la bollería y los alimentos ricos en azúcares.
- Hacer cinco comidas al día. Es importante empezar el día con un desayuno que nos ayude a afrontar las primeras horas después del ayuno nocturno, el cual debe estar compuesto por un lácteo (mejor desnatado), una pieza de fruta o zumo natural, y algún tipo de cereal (pan, cereales de desayuno integrales). Tomar algo a media mañana y a la hora de la merienda, evita que lleguemos con hambre –y por tanto, que comamos más cantidad- a las comidas principales.
- Toma menos sal. La mayor parte de la sal que ingerimos se encuentra en productos procesados (pan con sal, quesos, embutidos) y precocinados. Reducir el consumo de estos productos contribuye a mejorar la presión arterial reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Reduce el consumo de alcohol. En las celebraciones de estas fiestas no puede faltar en la mesa el vino y los brindis con cava, y demás bebidas espirituosas que si no son consumidas con moderación añaden calorías innecesarias a la dieta.
La clave está en el equilibrio y la moderación. El haber descuidado nuestra dieta durante las fiestas, no quiere decir que tras éstas tengamos que recurrir a los ayunos y dietas “depurativas” o “detoxificantes” para eliminar de nuestro organismo los residuos tóxicos y el exceso de grasa acumulada. La forma más segura de hacerlo es practicar ejercicio diariamente y seguir una dieta variada y equilibrada, y si tenemos alguna duda acudir a un experto como es el dietista-nutricionista, para que valore, asesore y, en su caso, personalice un plan dietético adecuado a las características y necesidades de cada uno.
Mª Pilar Gómez Villena
Dietista-Nutricionista
Colegiado nº CV396
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